El alternador juega un papel esencial en nuestro coche, es el encargado de convertir la gasolina en energía que pueda alimentar los componentes eléctricos de nuestro vehículo. Es esencial para mantener el coche en marcha durante mucho tiempo.
Es un elemento básico, necesario para la carga de la batería así como suministrar energía eléctrica a los demás sistemas que lo requieran.
El alternador comienza a funcionar cuando ponemos la llave del contacto en el vehículo, entonces la bobina del alternador es alimentada con corriente, comienza a girar, arranca el motor y empieza a generar energía.
Es en ese momento cuando la luz del cuadro se apaga, normalmente con forma de batería o la denominación ALT o GEN (alternador o generador), si existe un problema con la energía la luz se enciende, si está en los rangos de energía correctos se mantiene apagada.
Los sistemas de nuestro coche que más electricidad requieren son los faros, limpiaparabrisas, radio/CD, asientos con calefacción, resistencia antivaho trasero… el alternador requiere trabajar más para mantener este voltaje necesario.
Cuando el alternador empieza a perder potencia se nota en todos estos sistemas, por ejemplo las luces pierden intensidad, tanto las delanteras como los testigos del cuadro, los elevadores eléctricos trabajan con mayor lentitud o la dirección asistida está más fuerte o directamente deja de funcionar.
Otra señal de que algo no va bien es escuchar un chirrido procedente del alternador, es un síntoma de que los rodamientos se están desgastando.
Cuando el coche no se enciende existe un problema con el sistema de arranque, la primera idea es que la batería está muerta. Con el fallo del alternador la batería comienza empieza a perder su potencia, dado que el alternador es quien se encarga de mantenerla cargada. En este caso debemos recurrir a un diagnostico para certificar si el problema es de la batería o del alternador.
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