
El filtro del aire es uno de los elementos esenciales de nuestro vehículo, ya que sin este el funcionamiento del motor no sería el correcto. Su mantenimiento y puesta a punto está al alcance de casi cualquier usuario y bolsillo.
Su principal función es la de retener, dentro de lo posible, las posibles impurezas que puedan acceder al circuito de admisión para evitar la contaminación de la cámara de combustión. Limpian partículas de polvo el aire que pasa a los cilindros del motor para realizar la mezcla con el combustible. Esas partículas de polvo quedan retenidas en los filtros y el aire pasará limpio.
Por esto es importante que los filtros no estén saturados ya que se puede dar el caso de que estas partículas traspasen el filtro y lleguen al motor. Provocando pequeñas “gripadas” o que se vayan “tapando” los cilindros dentro del motor acarreando averías más graves a posteriori.
Llevar los filtros en mal estado aumenta el consumo de combustible y una reducción de la potencia del motor.
El mantenimiento del filtro del aire es muy sencillo, se basa únicamente en su sustitución.