
El tiempo hace que se desgasten paulatinamente múltiples elementos de nuestro vehículo, el problema es que nos vamos acostumbrando poco a poco al funcionamiento del sistema deteriorado. Y las consecuencias son siempre peligrosas.
Estos son los elementos de más desgaste y que debes vigilar:
Los discos de freno se desgastan por la fricción contra las pastillas de freno, por sobrecalentamiento y por la corrosión. Su duración depende del tipo de trayecto habitual que hagamos y nuestra conducción. De forma genérica podemos decir que entre 80.000 km. y 200.000 km. Debes cambiarlos cuando su espesor haya disminuido hasta el mínimo, esto suele venir señalado en el canto del disco en mm. Otra señal para cambiarlos es comprobar si se han “deformado” o se ven grietas. Debes tener en cuenta que siempre se cambian los dos discos de cada eje a la vez. Y siempre debes sustituir los discos y las pastillas de freno a la vez.
El líquido de frenos hace posible la transmisión de la fuerza ejercida sobre el pedal de freno a los cilindros de freno en las ruedas de los vehículos. Su duración oscila entre unos y tres años. La humedad y el agua desgastan sus propiedades, debes cambiar cuando llevamos el pedal de freno casi hasta el final sin tener apenas deceleración.
Los neumáticos permiten un contacto adecuado por adherencia y fricción con el pavimento, posibilitando el arranque, el frenado y la dirección. Se desgastan por fricción y calentamiento. Su duración depende del tipo de eje, del neumático, de los trayectos, de la conducción, de la potencia del vehículo, pero entre 15.000 km. y 75.000 km. es lo habitual. Debes cambiarlos cuando la profundidad del dibujo sea inferior a 1,6 mm.
Los amortiguadores son los componentes más comunes en la suspensión de los coches, mitigan los baches, ofreciendo confort a los viajeros. Su duración depende, como en la mayoría de los casos, del tipo de trayecto habitual, no es lo mismo circular por carreteras que por caminos rurales. Detectar su desgaste es difícil, ya que se degradan de forma lenta y gradual. Pero existen síntomas que delatan que existe un problema por ejemplo que el morro se hunda más de lo normal en las frenadas. Debes tener en cuenta que los amortiguadores siempre se cambian en pareja.
Las pastillas de freno nos permiten frenar o parar el vehículo. Esto se realiza a través del ejercicio de presión en ambos lados del rotor de freno, el que gira junto con las ruedas. Su duración depende del tipo de trayecto y de la conducción, las delanteras se gastan antes que las traseras, en torno a los 35.000 km. unas y los 120.000 km. las otras. Detectar su desgaste es sencillo o bien se enciende el testigo de desgaste en nuestro cuadro o a simple vista mirando las pastillas.
Todos estos consejos son muy importantes, no solo está en juego nuestro confort, también lo está nuestra vida y la de nuestros acompañantes.
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