
Las cosas cuando se cuidan duran más, lo coches también. Algo que en principio parecer una tontería puede derivar en un verdadero problema. Y incluso deteriorar la seguridad de tu vehículo además de ser un gasto extra.
Estos son nuestros consejos para que tu coche dure más:
Respeta el mantenimiento de tu coche, duele gastarse el dinero en el taller, pero las revisiones son vitales para aumentar la longevidad de tu coche. No te saltes el cambio de aceite, filtros u otros líquidos. Esta pequeña inversión de dinero y tiempo siempre será mejor que tener que pagar una reparación.
No circules con los neumáticos en mal estado o sin presión, además de ser un grave riesgo de seguridad, provoca un deterioro en las ruedas antes de lo previsto e incrementará el gasto en combustible.
No conduzcas con el coche en reserva, provoca que la bomba de combustible quede desprotegida, no se lubrique y se caliente.
No arranques el coche “a lo bruto”, con acelerones, sin esperar a que se caliente poco a poco, es conveniente acelerar de manera progresiva.
No conduzcas de manera agresiva, dar acelerones provoca un gasto inútil en combustible y neumáticos. Además a muchas revoluciones el motor se puede “pasar de vueltas”.
No te pases de frenada, es decir utilizar demasiado los frenos, provoca desgaste de pastillas de frenos y de discos. No apures demasiado las pastillas y zapatas, cambiarlas es mucho más barato que renovar el conjunto de discos y tambores.
Cuida el embrague, no abuses, funciona por fricción y su excesivo uso lo deteriora. Evita apoyar el pie en él sin necesidad.
Ah y siempre haz casos a los testigos, aborda el problema cuanto antes. En algunas ocasiones la advertencia en el salpicadero puede ser aviso de un problema grave.
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