Primero no seas perezoso, tu coche te lo agradecerá, es más importante de lo que parece.
Debes tener preparado el material necesario para limpiar el coche, desde el agua, bayetas, spray, jabón…
Sigue un plan, un método, un orden, empieza por la pintura (ya que el agua caerá sobre las ruedas e irá limpiándolas), luego los neumáticos, el interior y los cristales. Al dejar los cristales para el final evitaremos que se ensucien mientras limpiamos el interior.
Repasa bien la pintura en busca de suciedad y arañazos, existen lápices del mismo color que el coche, aplícalo después de lavar y secar la zona.
Reserva agua y bayetas para las ruedas distintas que para la pintura, ya que si utilizas la misma podrías rayar el coche. Además para las ruedas puedes utilizar unos cepillos redondos especiales para llegar donde no llegamos. El agua a presión eliminará más fácilmente la suciedad.
Te recomendamos utilizar gamuzas, recogen y eliminan la suciedad casi mejor que las esponjas de toda la vida.
También podemos limpiar el coche en seco, sin agua, hay productos que nos ofrecen esta opción.
Protege tu coche con cera, aplica un spray de cera sobre la superficie húmeda y seca con una toalla húmeda.
Seca bien las luces, una manera sencilla de hacerlo es con un secador, así eliminaremos el agua atrapada en esas zonas.
No te olvides del maletero, con un poco de orden y la aspiradora quedará como nuevo, sobre todo céntrate en los surcos del borde del maletero acumulan suciedad, hojas…
En cuanto al habitáculo del coche, debemos aspirar la bandeja portaobjetos y los asientos, si podemos debemos recorrerlos o abatirlos para así aspirar por las ranuras. Si quieres conseguir un resultado más profesional puedes utilizar una maquina de presión-inyección para los asientos.
Quita las alfombrillas y repásalas a fondo con el aspirador, si son de goma puedes mojarlas.
Aplica un limpiador multiusos en todas las zonas plásticas con un paño, recuerda las zonas de cinturones, cambio de marcha y freno, acumulan mucho polvo.
En cuanto a las lunas, para las interiores es mejor utilizar un producto específico evitarás molestias de visibilidad al conducir.
Pero ¿qué método utilizar?, ¿a presión, túnel de lavado, a mano?
La opción más rápida y económica es el lavado a presión; inconveniente, hay que ir con cuidado para no acabar perdido, además no tienen secado y siempre es conveniente ir provisto de un paño para secar bien el coche.
De los túneles de lavado conviene no abusar, existe la creencia que rayan los coches. Debemos tener cuidado con las antenas y accesorios externos y hay vehículos que no caben, por su tamaño, en los túneles.
El lavado a mano es la mejor opción, pero es la más cara y no siempre se puede llevar a cabo, ya que hacerlo por nuestra cuenta nos puede acarrear sanciones de hasta 3000€.
Ahora que ya tienes una idea de cómo hacerlo solo hay que ponerse manos a la obra.
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