
Teniendo en cuenta algunos de estos consejos se puede ahorrar hasta un 25% en combustible.
Cuidado con el acelerador al arrancar, no es necesario pisar a tope al arrancar, la tecnología permite poner en marcha el automóvil con simplemente activar el contacto. Y recuerda arranca siempre con la primera marcha.
Realiza los cambios de marcha en bajas revoluciones, entre 2.000 y 2.500 rpm en los coches con motor de gasolina; y entre 1.500 y 2.000 rpm en los Diesel. Acelera de forma gradual.
Intenta mantener una velocidad uniforme, evitando los desagradables acelerones y frenazos, que además de molestos hacen que gastemos más combustible. Además no es nada recomendable circular con el acelerador apretado a fondo. Para evitar los acelerones y frenazos innecesarios anticípate al tráfico, evalúa la situación para intentar anticiparte.
Si vas a hacer una parada prolongada, de más de un minuto, por un atasco, paso a nivel… es recomendable apagar el motor.
Controla la presión de los neumáticos, debe ser la recomendada por el fabricante, así evitarás reventones o pinchazos y gasto de combustible innecesario. También debemos tener en cuenta el exceso de carga y su distribución.
Por carretera no debemos llevar las ventanillas totalmente bajadas. A más de 90 Km./hora es conveniente cerrarlas.
Cuidado con el aire acondicionado, también consume combustible, lo ideal es ponerlo por encima de 22ºC.
Llevar el coche bien revisado es fundamental, no solo para el ahorro, también por nuestra seguridad, el filtro del aire sucio o en mal estado pueden multiplicar por dos nuestro consumo.
Busca siempre que te sea posible una gasolinera Low Cost (baratas). Y llena el depósito en días de diario, porque los precios suelen subir los fines de semana. Debemos evitar ir en reserva, nuestro vehículo es menos eficientemente. El mejor momento para repostar el tanque es cuando está por la mitad o un poco menos.
Busca el camino más corto, evita atascos y viaja con mapas/GPS para no perderte.
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